Como reclutadores conocemos la importancia de realizar un buen proceso, cada etapa nos ayuda a discernir qué candidato es el que mejor encaja en la empresa y en el proyecto.
Sin embargo, muchas vacantes no se cierran, se mantienen abiertas, aunque ya hayamos escogido a la persona adecuada para el puesto. Y ante esto te preguntaré ¿por qué es importante cerrar el proceso si ya tenemos al candidato ideal?
Pues vamos a ver, paso a paso, la importancia de cerrar un proceso de reclutamiento y cómo no hacerlo influye negativamente en la Experiencia del Candidato.
¿Cómo es un buen reclutamiento?
Realizar un buen reclutamiento incluye pensar en todas las etapas, incluido el cierre.
Es organizar, programar y establecer qué etapas y objetivos son necesarios para saber si es un buen candidato o no. Es importante establecer de antemano las fases, ya que así podremos saber tiempos aproximados de selección y llegar a la fecha límite para contratar a un nuevo colaborador.
Tener en cuenta las herramientas, evaluaciones y entrevistas que deberemos llevar a cabo para seleccionar al mejor.
Cada etapa tiene una meta distinta, pero también va acompañada de comunicación a los candidatos, de indicarles cuál es el siguiente paso y si siguen formando parte o no del proceso.
Un buen reclutamiento requiere de tiempo por parte del gestor de talento, un tiempo dedicado en ofrecer una buena experiencia al candidato, que se sienta bien tratado y tenga una experiencia grata.
Un tiempo que muchas veces no tiene, pero gracias a la digitalización puede optimizar y maximizar sus esfuerzos.
Hasta aquí todos conforme, pero ¿qué sucede con el cierre de la vacante?
Mala imagen y experiencia
No cerrar una vacante da mala imagen a la empresa. Indica que el reclutador no ha cuidado la última etapa del proceso porque ya no necesita seguir dando una buena experiencia al haber encontrado a la persona adecuada.
Pero eso es un error. Puede que los candidatos que no han sido seleccionados sean los adecuados para una próxima vacante y ante la mala experiencia no vuelvan a postularse.
Eso incide directamente en la reputación empleadora de la empresa y en el costo de atracción de personal. Una mala experiencia hace que un candidato no se vuelva a postular y tampoco recomiende esa organización a su red de contactos.
Así pues, no cerrar la vacante perjudica directamente al Employer Branding y al presupuesto de Recursos Humanos. Ante una mala gestión, cada vez los costos de atracción y contratación se irán incrementando, perjudicando a la empresa frente a su competencia.
Entendemos que los reclutadores tienen mucho trabajo y a veces es imposible poder llegar a todo, pero esta acción es necesaria.
Dejar vacantes abiertas da la sensación de que la empresa no cuida de sus procesos de selección, no tienen en cuenta el tiempo invertido por los candidatos y sus ilusiones.
Comunicación y Candidate Experience
Vamos a ponernos en la situación de un candidato. Éste ha leído la descripción del puesto de trabajo, ha investigado sobre la empresa y ha adecuado su CV para ser considerado a la vacante.
Ha respondido a todas las peticiones que has hecho, ha realizado evaluaciones y también alguna entrevista, pero tras un mes no vuelve a recibir ningún mensaje tuyo.
Él se preguntará qué ha sucedido, si sigue en el proceso o no, porqué no ha sido seleccionado… Todo esto hace que, aunque haya tenido una excelente Candidate Experience en las otras etapas del proceso, el sabor final sea amargo, malo.
Ahí no solo has perdido un candidato para tu Talent Pool, también un embajador de la marca, alguien que te recomiende a sus conocidos y compañeros de carrera. La posibilidad de llegar de nuevo a profesionales parecidos se ha reducido por esa inacción.
El 79% prefiere recibir un mensaje de que la vacante se ha cerrado, a no recibir ningún tipo de comunicación. Cierra la vacante e informa de ello.
En Computrabajo cuando un gestor finaliza el proceso, envía a todos los postulantes que la vacante se ha cerrado. Eso ayuda a los candidatos a tener mayor control de sus postulaciones y a ser conscientes de que deben enfocar su búsqueda en otro lado.
*Un buen consejo es que la comunicación es esencial. Ya sea para realizar buenos procesos de selección como para gestionar el talento interno de la empresa.
No comunicar la selección y fin de un proceso genera frustración y malestar.
Debes considerar que puede haber candidatos que se hayan inscrito a través del programa de referidos. Si el candidato no conoce el fin del proceso puede preguntar al empleado que ya forma parte y éste sentir que se ha dado un mal trato a su referido y deje de distribuir las vacantes de la empresa.
Así pues, una mala experiencia del candidato puede acabar siendo también una mala experiencia para el empleado y minimizar el alcance de los próximos avisos de empleo.
Beneficios de cerrar los procesos de selección
Si con todo lo mencionado anteriormente aún no te hemos convencido, déjanos decirte los principales beneficios de este acto.
Cerrar el proceso te ayudará a:
- Conocer el tiempo promedio de cierre de una vacante.
- Controlar los KPIs de atracción de talento.
- Reducirá tus costos de contratación.
- Saber qué reclutadores son los más rápidos.
- Ofrecerá una buena experiencia al candidato.
- Podrás revisar en tu panel de Computrabajo el histórico de esa vacante.
- Reforzará tu imagen de Employer Branding.
- Informará a los candidatos del fin del proceso.
- Podrás dar un tiempo aproximado a los mánagers ante la petición de nuevos colaboradores.
Llevar a cabo buenas prácticas es beneficioso para la empresa y refuerza tu profesionalidad. No dejes tus vacantes abiertas, cierra el proceso y comunícalo.
