La realidad siempre ha sido cambiante, pero los cambios a los que nos enfrentamos hoy, parecen cada vez más desafiantes, pues la velocidad con la que ocurren causa incertidumbre. La contingencia sanitaria provocada por el coronavirus ha traído consigo una urgente reflexión, no sólo en términos sociales, sino también en lo laboral.
En nuestro aquí y ahora, las personas han tenido que trasladar sus oficinas al corazón de sus hogares para que las empresas puedan seguir operando a distancia, por lo tanto, hoy más que nunca la presencia de un líder que guíe a los equipos de manera remota, es primordial.
Y es que para hablar de liderazgo puro, lo primero que tendríamos que hacer es definir este concepto. Un líder tiene la capacidad de dirigir a un grupo al ser esa figura con todas las facultades necesarias para influir positivamente en otras personas, es decir, es aquel que puede delegar el poder en los demás.
Un líder es comprometido, es flexible, mediador, promotor, tiene dinamismo, gestiona correctamente, orienta, socializa con los miembros de su equipo, es un gran estratega, pone por encima de todo a las personas, es participativo, tolerante, facilitador, integrador, positivo, pero sobre todo, transformador.
¿Cómo ser un buen líder a pesar de la distancia con el equipo?
Nuestra realidad se modificó de forma inesperada y con ello el reto que los líderes tienen para dar la dirección a sus empresas y a sus equipos, quizá es el más desafiante de la historia moderna. Hoy, el líder debe tener la capacidad y la fuerza de convertir la barrera de la distancia en su mejor aliada, pero ¿cuáles son esos pasos precisos que pueden impulsar a los equipos a cumplir con sus objetivos a través del trabajo remoto?
1.- Diseña rutinas casi idénticas a las de la oficina. Como líder, parte de tu responsabilidad es impulsar a tu célula de trabajo a que construyan una disciplina pura desde sus hogares, basada en una rutina similar a la que viven cuando todo transcurre con normalidad.
La comunicación es un pilar fundamental para la estrategia de tabajo en casa: procura reunirte con tu equipo al menos dos veces por semana a través de videollamadas, e invítalos a que mantengan la cámara prendida. Esto los motivará a que cada día se levanten temprano y se esmeren en su arreglo, situación que también los ayuda a mejorar tanto su estado de ánimo, como sus niveles de productividad.
2.- Analiza las barreras y optimiza tus protocolos. Hoy, la distancia puede representar una barrera importante para nuestros equipos de trabajo, por lo que, como líder, debes estrechar los lazos de comunicación con las personas que trabajas. Es esencial que te enfoques en aprender a “leerlos”, a saber cuáles son sus necesidades y sus condiciones de vida actuales. Trata de ser flexible si el desempeño de tus colaboradores lo permite y deja que sean ellos quienes decidan su forma de trabajar, siempre y cuando no se comprometa el cumplimiento de objetivos.
3.- Capacita a tus colaboradores. Las organizaciones que invierten en capacitar a sus empleados refuerzan el compromiso y la satisfacción con la posición que éstos asumen dentro de la organización. La capacitación siempre será una buena forma de contribuir al desarrollo de las personas, ya que les ayudas a que perfeccionen sus habilidades y por ende, a que cumplan cabalmente con sus metas. Esta es la mejor inversión que un líder puede hacer.
4.- Inspira, no vigiles. Las relaciones basadas en la confianza pueden representar la principal fuente de inspiración de nuestros colaboradores. Un líder efectivo es aquel que tiene la capacidad de creer y reconocer las capacidades de las personas que lo rodean. Procura crear un equipo con aptitud pero también con actitud. Asegúrate de que todos se sientan orgullosos de ocupar un lugar en la organización y de que estén dispuestos a dar lo mejor de sí.
5.- Aprende de los que te rodean. Un líder efectivo es aquel que tiene la capacidad de observar para aprender y de escuchar para reconocer. Rodéate de personas competentes dotadas de grandes talentos y ten la disposición para formarte, aprendiendo y emulando lo mejor de ellos.
6.- Mantén activa la cultura organizacional de tu empresa. Construir y fortalecer la cultura de equipo es un deber ser para promover el éxito al interior de la empresa. Lo lograrás poniendo atención a los siguientes aspectos:
- Contrataciones adecuadas. Debes asegurarte de que cada fichaje sea el adecuado para el cumplimiento de las metas de tu área. Lo importante, es que todo el equipo se sienta orgulloso de tener un lugar en la organización.
- Rituales y tradiciones. Tanto en los equipos de trabajo, como en las familias, parte de la labor del líder es tener actividades en común para mantener una cohesión entre el grupo, basada en la comunicación y la confianza. Puedes festejar los cumpleaños de tus colaboradores con un pastel y una pequeña convivencia para no pasar desapercibida la fecha, o bien, hacer una convivencia en un entorno distinto a la oficina, para incentivarlos por su cumplimiento de objetivos, el límite está en tu imaginación.
- Sentido de responsabilidad y libre expresión. Gran parte de la labor del líder es hacer conscientes a las personas de sus equipos de lo importante que es su labor para la causa, pero sobre todo, darles la confianza para que expresen su opinión respetuosamente. Esto sólo se logra con el ejemplo: siendo respetuoso al expresar tu opinión sobre su trabajo. Así, será estimulante para los empleados sentirse parte de una fuerza transformadora, motivarse a través del reconocimiento a las aportaciones que ellos hacen día con día al trabajo colectivo de la organización, y esto influirá para que todas sus expresiones y opiniones sobre su trabajo sean positivas.
7.- Esmérate en la experiencia de empleado. Crear una experiencia grata para los colaboradores, que les permita reconocer que verdaderamente merece la pena formar parte del equipo, es una tarea que sólo el líder tiene facultades para ejecutar. Conoce a fondo a tu plantilla, no temas sobre explorar temas más allá de lo laboral, interestate realmente en las personas, para que puedas ofrecerles una experiencia personalizada. Esto te ayudará a tener empleados felices y muchísimo más productivos.
8.- Celebra los microhábitos y reconoce el trabajo bien hecho. Es importante atribuir el mérito a quien corresponda, pero el logro es colectivo, ya que todos los esfuerzos suman a la misma meta colectiva. Lo importante es que tengas la capacidad de compartir la gloria de los aciertos de tu área con todas las personas que lo han hecho posible. El buen líder es quien reconoce el esfuerzo de las personas y los hace parte del éxito que han logrado conseguir gracias al trabajo en equipo.
¿ Qué tipo de líder quieres para tu organización?
Pregúntate qué tipo de líder necesita tu organización para impulsarla en este periodo de reconstrucción, donde es vital que visualicemos y percibamos el cambio como una oportunidad. Piérdele el miedo a la incertidumbre y atrévete a trasladar a tu empresa de un escenario a otro.
2 comentarios en «Líderes a la distancia: Los guías que las empresas necesitan para afrontar la crisis.»