Una cultura laboral tóxica, la principal causa de abandono de los colaboradores

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Como profesionales pensamos que los colaboradores abandonan la empresa por salarios bajos, falta de oportunidades de crecimiento y ausencia de flexibilidad.

Y aunque estas tres causas son comunes, muchos de los mejores profesionales abandonan por la cultura laboral tóxica que viven diariamente en algunas empresas.

¿Qué entendemos por cultura tóxica?

Cuando hablamos de cultura laboral tóxica o dañina nos referimos a una carga laboral excesiva, una mala organización, exigencias desmesuradas, profesionales poco éticos o de difícil trato.

También a sentir estrés, inseguridad, vivir con miedo de estar en algún conflicto y tener una falta o mala comunicación con el equipo y la empresa.

Todos estos elementos se traducen en una alta tasa de ausentismo laboral, una alta rotación en las empresas y por consiguiente una disminución de la productividad.

La toxicidad está estrechamente ligada a la reputación que tiene la empresa, a su Employer Branding. Y eso acaba dificultando su capacidad para atraer nuevo talento.

Así pues, las áreas de recursos humanos tendrán mayores dificultades para dar respuesta y cubrir esos puestos con mayor rotación.

Lugar pésimo para trabajar

Las personas somos permeables a las emociones y actitudes de otros. Si en una organización se permiten malos hábitos y actitudes dudosas, eso se extenderá como la pólvora.

Un profesional quiere colaborar y trabajar fluidamente, compartir sinergias con otros compañeros y alcanzar los objetivos previstos. A estos trabajadores se les llama “givers”.

La cultura laboral influye en todas las modalidades de trabajo, ya sea a nivel presencial o home office.

Un mal ambiente laboral se nota tanto en la oficina como cuando trabajas desde casa. Parece que los departamentos de RH se olvidan de que, aunque no compartes espacio, sí compartes los valores y las formas.

Es importante cuidar el bienestar de los empleados independientemente de donde se encuentren.

Bienestar y salud como inversión de futuro

Cuando los empleados son felices y están comprometidos, aumenta el rendimiento, la productividad y también la retención.

Pero para conseguir esa felicidad hay que poner en marcha diversas estrategias que tengan en mente el bienestar completo de los empleados.

No solo importa la salud física, también la mental y la estabilidad emocional que vivamos diariamente en nuestros puestos de trabajo.

Según CoachHub “el 28% de las organizaciones a nivel global mantiene en su top ten de prioridades el bienestar de sus empleados”.

Y esto tiene un motivo de ser. Los beneficios son mucho más altos que la inversión y el esfuerzo que supone.

Algunas estrategias que podrían fomentar el bienestar del equipo:

  • Líderes más inclusivos e inspiradores
  • Escucha activa y mayor tiempo destinado a saber qué sucede
  • Trabajar el clima y actitud
  • Dar a conocer los valores de la empresa y las formas adecuadas de trabajar
  • Tener un plan con las acciones y penalizaciones de aquellas personas que no lo cumplan
  • Dar una Propuesta de Valor personalizada a cada empleado
  • Programas de formación
  • Respetar los tiempos de descanso y desconexión
  • Conocer las cargas laborales y revisar los picos de estrés
  • Fomentar un buen balance de vida

Según los datos de un estudio publicado en el British Medical Journal en 2021, los lugares en los que se respira un mal clima plantean un riesgo de depresión mayor que el de morir de una enfermedad cardiovascular o sufrir un accidente cerebrovascular en jornadas laborales de muchas horas.

Conclusión, con la salud no se juega.

El éxito de la organización depende de las personas

Es importante no perder el foco de nuestra organización: las personas. Los profesionales que forman parte de nuestro equipo son los que nos llevan hasta el éxito, los que permiten conseguir los objetivos y mantener los proyectos activos.

Como empresas y áreas de RH debemos poner el foco en el empleado, en el valor que tiene dentro de la organización y en su ambiente de trabajo.

Si alguien muy talentoso debe sufrir diariamente una cultura tóxica y el balance al finalizar el día es negativo, perderemos a esa persona a la mayor brevedad, cuando encuentre algún proyecto que encaje con él. Aunque ese nuevo puesto tenga menos beneficios o el mismo salario.

Es necesario reparar en la inteligencia emocional que predomina en nuestras empresas, en los mánagers y cargos medios. Un buen ejemplo hará que el resto del equipo trabaje del mismo modo.

Cuando permitimos malas actitudes y no las condenamos, estamos fomentando que el resto de las personas hagan lo mismo.

Nuestras organizaciones deben ser espacios de convivencia, libres de estigmas donde poder hablar libremente (y con educación), donde compartir experiencias e ideas para llegar a entendimientos y nuevas soluciones.

Todo ello de la mano de la comunicación y la inteligencia emocional. Para generar compromiso debemos también asumirlo nosotros.

Otros aspectos para fomentar el compromiso, es ofrecer un buen salario emocional. Además de un correcto salario económico, el emocional contribuye al bienestar de los empleados más allá de la seguridad económica.

Se basa en ese conjunto de beneficios que facilitan la vida a nuestro equipo y fomentan una relación sana con el trabajo. Entre estos beneficios podemos encontrar: un horario flexible, horas adicionales para ir al médico, asuntos propios, ayudas económicas para gimnasio o psicólogo, etc.

Si tu empresa tiene una alta rotación de empleados, revisa tu cultura ya que puede que parte del problema esté ahí.

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